
AQUI LES DEJO UN REPORTAJE SOBRE EL MAGNIFICIENTE REY LAGARTO, UN GRAN POETA FILOSO, PERTENECIENTE AL CLUB MORTAL DE LOS 27, UN GRAN CANTAUTOR ACIDO,SOCIAL Y QUE ADEMAS COMO POCOS SERES, ERA CULTIVADO EN EXCESO, DEMOSTRANDOLE A SUS PROFESORES EN LA UNIVERSIDAD, QUE NO IBA SER UN ESTUDIANTE CUALQUIERA, BUENO CHEQUEN LA BREVISIMA, PERO NO POR ESO MENOS IMPORTANTE DISCOGRAFIA EL GEANIALISMO JOVEN LEON .
ESTA ENTRADA ES PARA RECORDARLO A 38 AÑOS DE SU MUERTE EL 3 DE JULIO FUE DE SU ANIVERSARIO
"Era un genio y a un genio se le permite un comportamiento esquizofrénico. A veces se comportaba como un ángel, otras como un demonio, pero era así y eso es lo que le hacía ser un tipo brillante. Nunca se sabía, de un día para otro, lo que se le ocurriría hacer; pero fuera lo que fuera, sus palabras siempre eran brillantes. Era difícil trabajar con él, pero por otra parte fue un gran placer hacerlo con un tipo que era un genio" (Ray Manzarek, componente de The Doors).

Talento, genio, éxito, fama, fortuna, promiscuidad y cócteles de alcohol y cocaína... Constantes vitales de un artista que utilizó el rock como vehículo de expresión por puro azar. James Douglas Morrison, nace en Melbourne, Florida, Estados Unidos, el 8 de diciembre de 1943. Esta brillante estrella del firmamento, eterno aspirante a poeta, filósofo y cineasta, y declarado admirador de grupos como The Beach Boys o Love, de cantantes como Frank Sinatra o Elvis Presley, o de estrellas del celuloide como Jack Palance o Sarah Miles, sintetizó con su pensamiento el de buena parte de una generación, la de finales de los años sesenta.
Desde muy joven se siente fascinado por la literatura y la poesía, y tanto en la George Washington High School como en el Junior College de Saint Petersburg (Florida) manifiesta una temprana inclinación por la obra de autores como Gerard de Nerval, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire o William Blake. Estudia cine y teatro en la Universidad de UCLA (Los Angeles), a donde se traslada en 1962.
En 1965 conoce a Ray Manzarek, un entusiasta del jazz que toca los teclados con sus dos hermanos al frente de su propia banda, Rick and the Ravens. Este encuentro se enriquece al año siguiente con la incorporación de dos músicos procedentes del grupo The Psychedelic Rangers: John Densmore (batería) y Robby Krieger (guitarra). El entendimiento entre los cuatro es lo bastante intenso como para que hagan causa común, y debuten ese mismo año con el nombre de The Doors en el London Fog Club de Sunset Boulevard, de Los Angeles, nombre que adoptaron inspirándose en un poema de William Blake: "Si las puertas de la percepción se abrieran, todas las cosas se revelarían al hombre como son en realidad: Infinitas".
En un tiempo en que el idealista pensamiento hippie se había hecho con una posición central en el mundo del rock, la aparición en la escena musical en 1967 de Jim Morrison y, concretamente, del primer álbum de la banda, "The Doors", supone un verdadero azote para las masas, y marca el período de transición entre el fenómeno etiquetado con el célebre lema de "haz el amor y no la guerra", y el amargo despertar a una realidad decepcionante para la juventud de todo el mundo. "The Doors" incluía temas como la legendaria "Light My Fire", la versión de la composición de Kurt Weill y Bertolt Brecht "Alabama Song (Whisky Bar)", y el largo poema musicado, "The End", canción ideal para que Morrison desarrolle su capacidad dramática y sensual sobre un escenario, creando una atmósfera onírica y delirante. "The Doors" catapulta al grupo a la fama, y el carácter provocativo de Morrison y la sexualidad latente en gran parte de sus letras, le convierten en un símbolo de su época, casi un pequeño dios.
Sus dos siguientes trabajos, "Strange Days" de 1967, y "Waiting For The Sun" de 1968, mantienen a la banda en primera línea. Morrison potencia aún más sus controvertidos textos, en los que retrata la brutalidad del país en el que vive con descarnado realismo. "People Are Strange", "Love Me Two Times" y "When The Music's Over" destacan en el primero, mientras que "Hello, I Love You" y "The Unknown Soldier" lo hacen en el segundo, donde debería haber ocupado una cara entera del álbum la suite "The Lizard King", finalmente inédita.

El éxito de The Doors a estas alturas es incontestable, y los medios de comunicación comienzan a hablar de Morrison como de un nuevo icono generacional. Su atractivo aspecto, con el torso desnudo y ajustados pantalones de cuero, potenciaba una imagen fuertemente sexual que no tenía nada que ver con la del morbo andrógino de Mick Jagger. Pero a partir de entonces, la banda camina lentamente hacia la descomposición, y los problemas no tardan en aparecer, sobre todo debido a las inclinaciones del cantante por el alcohol, que le hacen salir borracho al escenario más a menudo de lo deseable. Caídas en plena actuación, interrupciones en las que se dedica a contar chistes y anécdotas, y llamadas a la rebelión se suceden en unos shows cada vez más imprevisibles, que culminan en 1969, cuando durante un concierto en Miami se masturba frente al público. En la actuación de aquella noche, en el Dinner Key Auditorium, Morrison sale a escena visiblemente borracho y, en un momento del concierto, aparece con un becerro en los brazos. Como en otras ocasiones en las que un monólogo precedía a la canción, comienza a arengar al público con un parlamento mitad rebeldía, mitad desafío: "¿Por qué no hacéis algo, imbéciles? ¡Os están dando por el culo! ¿Qué os pasa? Esto es lo que tenéis que hacer: sacarla y meneárosla. ¿Queréis ver cómo lo hago yo?" El resultado de mostrar sus atributos sexuales es una catarsis general en la que un público vociferante se libera de sus ropas y pone el local patas arriba. Por supuesto, Morrison es inmediatamente detenido bajo los siguientes cargos: "Comportamiento lascivo e impúdico por haber expuesto sus partes privadas y haber simulado una masturbación y una copulación oral". A raíz de estos hechos, en septiembre de 1970, y tras un largo y confuso proceso, Morrison es declarado culpable de exhibicionismo y comportamiento lascivo, y condenado a pagar quinientos dólares y pasar seis meses en la prisión de Raiford, una de las más peligrosas y conflictivas de los Estados Unidos.
Pero con anterioridad a la sentencia, The Doors editan en 1969 un nuevo álbum, "The Soft Parade", trabajo de transición donde por primera vez firman las canciones por separado. Este álbum se presenta como la antesala de "Morrison Hotel", publicado en 1970, una mirada hacia las raíces del rhythm and blues que contiene momentos álgidos como los tres temas que abren el disco: "Roadhouse Blues", "Waiting For The Sun" o "You Make Me Real". "Morrison Hotel" refuerza el efecto innovador y corrosivo que provoca la banda entre los jóvenes de la época.
En 1970 se publica el doble en directo, "Absolutely Live", que comercialmente resulta un fiasco, y tras la grabación de un nuevo álbum, el antológico "L.A. Woman", que aparecerá con posterioridad a su muerte, Morrison, harto de estar permanentemente en el ojo del huracán, se refugia en París en busca de sus fantasmas internos, con el firme propósito de dedicarse por entero a la poesía. Se instala en el número 17 de la Rue de Beautreillis, dispuesto a volver a empezar de nuevo. Pero nada sucede como él esperaba. Su desvinculación del grupo, su decadencia física (engorda considerablemente y se deja crecer la barba), su desmesurada afición al alcohol y a todo tipo de drogas, y su existencia progresivamente errante, dan al traste con todos los buenos propósitos que se ha fijado en su nueva vida, su segunda oportunidad: el libro de poemas y el guión de la que debía ser su primera película no avanzan ni una línea, y su estancamiento creativo le empuja a la depresión.

En la madrugada del sábado 3 de julio de 1971, Jim Morrison es hallado sin vida en la bañera de su apartamento parisino. Una muerte plagada de extrañas circunstancias, que ha alimentado la leyenda y el mito sobre su persona. El certificado de defunción señala un infarto como causa del fallecimiento, pero el misterio rodea los hechos hasta el punto de que todavía se especula acerca de la veracidad de su muerte. La portera del edificio no llegó a ver el cadáver. Pamela Courson, su novia oficial, no presentó en la Embajada Americana de París el certificado de defunción hasta el 7 de julio. Dado que en el certificado sólo constaba la identidad de Douglas J. Morrison, poeta, la noticia no llegó al mundo hasta que se hizo oficial el día 9. Nadie, excepto el manager de The Doors, que llegó a París el mismo día 7, vio el cadáver de Morrison. En el entierro, el día 7, sólo estaban Pamela, el manager del grupo, un amigo íntimo y dos personas nunca identificadas. El presentador de un club parisino anunció la muerte de Jim Morrison unas horas antes de que realmente sucediese. Cuando se interrogó a dicho presentador, dijo que había recibido el informe de "un drogadicto conocido". Eso dio pie a que más de uno se preguntara por qué no se le había practicado la autopsia al cadáver, y si no podría tratarse de otro cuerpo, cualquier muerto comprado en los bajos fondos parisinos. Y aún hay más. El 13 de octubre de 1973, los empleados del Bank Of America de San Francisco juraron haber visto en su local a Jim Morrison, e incluso declararon haber hablado con él. Por si fuera poco, en 1976 se publicó la noticia de que la tumba donde descansaban los restos del cantante había sido profanada, y aunque no hubo confirmación al respecto, se asegura que estaba vacía.
Teniendo en cuenta la visión que el propio Morrison tenía sobre la muerte: "No me importaría morir en un accidente de avión, es buena manera de irse. No quiero morir mientras duermo o de viejo, quiero sentir cómo es, probarla, escucharla, olerla... la muerte es algo que sólo te va a pasar una vez y no quiero perdérmela", es posible que la última broma macabra ideada por Jim Morrison fuera la de preparar su propia muerte. Hay quien asegura que el ex líder de The Doors sigue escribiendo poemas oculto en la penumbra de algún coqueto café parisino. También puede ser, por qué no, que Elvis Presley y Jim Morrison estén juntos de vacaciones por el limbo, riéndose a estas alturas de todo y de todos. Quizá este leyéndole sus poemas a Oscar Wilde, tomando clases de canto con Edith Piaff, o escuchando atentamente las composiciones al piano del melancólico Federico Chopin, todos ellos ilustres habitantes del cementerio de Père-Lechaise, última dirección conocida de Morrison. Igual la burla llega a tener tintes surrealistas, y el busto que se alzaba presidiendo su tumba, y que ha desaparecido en más de una ocasión, se encuentra ahora decorando la habitación de cualquier motel de carretera, reservada a nombre de un tal "Rey Lagarto". Quién sabe dónde, como diría nuestro amigo Lobatón Personalmente, y con la sana intención de curarme en salud, en vez de musitar un respetuoso "Que Descanse en Paz", prefiero dedicarle un cómplice "¡Que viva para siempre!". Lo que no cabe duda es que algunos individuos siguen teniendo vida después de la muerte. Igual nos encontramos ante un auténtico caso de resurrección.
LA CELEBRACION
DEL LAGARTO
(1970)
Leones en la calle y perros vagabundos
en celo, rabiosos, que echan espuma por la boca.
Una fiera enjaulada en el corazón de una ciudad
El cuerpo de su madre
se pudre en suelo estival
El huyó de la ciudad.
Se dirigió hacia el Sur y cruzó la frontera
Abandonó el caos y el desorden
Les dio la espalda.
¿Estamos todos?
La ceremonia va a empezar.
¡Despierta!
No puedes recordar dónde está.
¿Terminó el sueño?
La serpiente color de oro oscuro
Vidriosa y enroscada
Nos daba miedo tocarla.
Las sábanas eran ardientes prisiones muertas
Y ella estaba a mi lado.
Vieja no era ... joven
Su oscuro cabello rojizo
La piel blanca y suave.
¡Ahora corre al espejo del baño
Y mira!
Viene hacia aquí
No puedo vivir cada siglo de sus lentos movimientos.
Dejo deslizar mi mejilla
Por las frescas y suaves baldosas
Sentir el contacto de la sangre fría y viva
Los suaves silbidos de las serpientes de lluvia...
Antaño tenía un juego inocente
Me gustaba arrastrarme por el interior de mi cerebro
Creo que conoces ese juego al que me refiero
Me refiero a ese juego llamado "volverse loco"
Deberías aprender a jugarlo
Es fácil: cierra los ojos, olvida tu nombre
Olvídate del mundo, olvídate de la gente
Y construiremos una torre distinta.
Es un juego inocente y divertido.
Es fácil: cierra los ojos, uno nunca pierde.
Estoy aquí, yo también juego.
Relájate, estamos abriéndonos paso hacia el otro lado.
Retrocedemos hasta lo más profundo del cerebro
Retrocedemos más allá de mi dolor
Donde no llueve jamás.
Y la lluvia cae suave sobre la ciudad
Y en nuestras cabezas.
Y en el laberinto de torrentes
Abajo la presencia silenciosa y sobrenatural
De los angustiados habitantes de las colinas de los alrededores,
Reptiles en abundancia
Fósiles, cavernas, cumbres heladas.
Casas hechas en serie
Persianas echadas
Coche salvaje encerrado hasta el alba.
Ahora todo duerme
Alfombras silenciosas, espejos vacíos
Polvo ciego debajo de las camas de parejas legítimas
Envueltas en sábanas.
Y sus hijas, presumidas
Con ojos de esperma coronando sus pezones.
¡Espera!
Aquí ha habido una masacre.
(No te detengas a hablar ni a mirar a tu alrededor
Tus guantes y tu abanico están en el suelo
Nos marchamos de la ciudad
Huimos
Y quiero que tú me acompañes)
No tocar la tierra
No tocar el sol
Sólo hay una solución
Huir, huir, huir
Huyamos
Una casa en la colina
La luna descansa tranquila
Las sombras de los árboles
Son testigos de la brisa salvaje
Ven, nena, huye conmigo
Huyamos.
Huye conmigo
Huye conmigo
Huye conmigo
Huyamos.
Hace calor en la mansión en lo alto de la colina
Las habitaciones son lujosas y confortables
Rojos son los brazos de los lujuriosos sillones
Y nada sabrás hasta hallarte en el interior.
El cadáver del presidente en el coche del chofer
El motor funciona con cola y alquitrán
Ven, nena, no vamos muy lejos
Al Este para conocer al Zar.
Algunos forajidos vivían junto al lago
La hija del clérigo está enamorada de la serpiente
Que vive un poco junto a la carretera
¡Despierta niña! Estamos llegando a casa.
Sol, sol, sol
Arde, arde, arde
Luna, luna, luna
Te alcanzaré
¡Pronto!
¡Pronto!
¡Pronto!
Soy el Rey Lagarto
Todo lo puedo.
Hemos bajado
Por ríos y autopistas
Hemos bajado
por bosques y cascadas
Hemos bajado
desde Carson y Springfield
Hemos bajado
Desde la encandilada Phoenix
y puedo decirte
Los nombres del Reino
Puedo decirte
Cuanto ya sabes
Escuchando un puñado de silencio
Trepando por valles en sombras.
Durante siete años viví
En el disoluto palacio del exilio
Y jugué a extraños juegos
Con las chicas de la isla.
Ahora he regresado
Al país del justo, del fuerte y del sabio.
Hermanos y hermanos del pálido bosque
Oh, hijos de la noche
¿Quién de entre vosotros se unirá a la caza?
Ahí está ya la Noche con su purpúrea legión.
Regresad a vuestras tiendas y a vuestros sueños.
Mañana entraremos en la ciudad donde nací.
Quiero estar preparado.
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